Por Ángel Pérez Martínez
Amartya
Sen y Martha Nussbaum propiciaron al mundo la discusión sobre cómo medir el
desarrollo humano de las naciones más allá de las teorías del bienestar o de los
valores, y de las proyecciones definidas en indicadores como el ingreso de las
personas o el producto interno bruto de un país.
Ellos
introdujeron el enfoque de capacidades humanas, así como la posibilidad de
mejorar la calidad de vida de las personas. Además, este enfoque dio origen a
las mediciones multidimensionales de pobreza que concretaron entre otros Sen,
Sabina Alkire y James Foster, que hoy se realiza en más de 50 países, entre
ellos Colombia. El enfoque también subrayó, desde sus inicios, la necesidad de un
mayor esfuerzo por articular la filosofía con la economía con el propósito de lograr
que una sociedad sea sensible a la situación particular de las personas y a la
búsqueda real de mayor justicia social.
La
preocupación inicial de Sen, luego compartida por Nussbaum, fue responder a la
pregunta sobre cómo los países pueden crecer su economía y su riqueza, como
sucedió en Suráfrica y ha sucedido en Colombia (o cómo puede una país tener un
sistema con una alta participación política como sucedió en la India), pero a
la vez, mantener a millones de personas viviendo con toda clase de
desigualdades, de discriminación contra las mujeres y con otros grupos sociales,
y de privaciones sustanciales que afectan la realización de una vida con
duración normal. Hechos sociales que aún suceden y que no permiten el
desarrollo de una vida humana digna y significativa para sí misma, para sus
familias y para la sociedad.
En
el proceso de encontrar nuevas formas para medir el desarrollo humano, Sen y
Nussbaum utilizaron el enfoque de capacidades para poder comparar las calidades
de vida de las personas, donde la capacidad se vincula a la libertad de poder
elegir qué vida se quiere, para lo que resulta trascendental preguntar y buscar
respuestas sobre ¿qué es capaz de hacer y de ser cada persona?
En
palabras de Nussbaum, en el libro Crear Capacidades: las capacidades “son lo
que Sen llama “libertades sustanciales” un conjunto de oportunidades
(habitualmente interrelacionadas) para elegir y actuar…La capacidad de una
persona hace referencia a las combinaciones alternativas de funcionamiento que
le resulta factible alcanzar”. La capacidad viene a ser, por lo tanto, una
especie de libertad real, que le permite a la persona elegir las mejores
opciones al combinar entre las facultades personales y las oportunidades
institucionales alcanzadas o acordadas en el entorno político, social y
económico.
La
propuesta de Sen y Nussbaum insiste en la aplicación de principios morales a la
esfera de la economía y de las relaciones políticas, pero también, al igual que
Rawls a la forma como las instituciones políticas y sociales distribuyen
deberes y derechos al interior de la sociedad. Ellos, junto a Rawls y otros, lograron
que, respetando al individuo como persona y no en su función utilitarista, a
finales del siglo pasado, adquirieran, para el desarrollo del capitalismo, una renovada
importancia las discusiones sobre las injusticias y las desigualdades sociales,
vinculadas al escaso desarrollo de las capacidades humanas.
Las
capacidades humanas no vienen en el ADN de las personas, estas se desarrollan y
se adquieren, pero se requieren unos mínimos, que hoy los países tienen entre
sus variables de calidad de vida como planear los hijos, garantizar los
nutrientes necesarios durante el embarazo, cuidar y atender la salud de las
personas y de manera central la educación. En este punto la educación y el rol
del Estado es central, dado que a través de las políticas públicas y las
instituciones se puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas, es
decir, lograr que ellas tengan mejores capacidades para el hacer y el ser y
para concretar una vida digna a partir de sus preferencias.
Nussbaum ha llamado la atención
sobre lo importante que es la educación para el desarrollo de la lista de 10 capacidades
(en este punto se separan Nussbaum que prefiere proponer una lista única de
capacidades, frente a Sen, quien propone hacer una lista para cada ocasión). Nussbaum
sostiene que “para poder utilizar los sentidos, la imaginación, el pensamiento
y el razonamiento, y hacerlo de un modo verdaderamente humano, se requiere un
modo formado y cultivado por una educación adecuada que incluya (aunque ni
mucho menos esté limitada a) la alfabetización y la formación matemática y
científica básica”. También, en términos de Nussbaum, se requiere de una
educación que forme para la realización de una vida humana con duración normal
y que merezca la pena vivirla; una vida con salud e integridad física plena;
una vida con emociones que permita sentir apego a cosas o personas externas a
nosotros mismos, amar a quienes nos aman y que nos duela su ausencia, inclusive
sentir indignación por causas justificadas y defender las formas de asociación
humana que nos posibilitan la vida con mayores capacidades.
Así mismo, una vida con razón
práctica que permita tener una concepción del bien y la planeación de la vida;
una vida que nos permita vivir con y para los demás, reconocer e imaginar la
situación del otro, que se nos trate como seres dignos, que nos respetemos
nosotros mismos y no nos humillen, en donde seamos seres humanos con igual
valía que los demás; una vida donde podamos reír, jugar y disfrutar de
actividades recreativas; y una vida donde participemos de manera efectiva en
las decisiones políticas que nos gobiernan, donde se respete la libertad de
expresión y asociación; y una vida respetuosa de los animales, las plantas y el
mundo natural.
Lo anterior explica por qué en
el discurso de Nussbaum en la Universidad de Antioquia ella insistió en
rescatar las humanidades y las artes porque están siendo eliminadas, tanto en
la educación básica como en la educación técnica y universitaria, en casi todas
las naciones del mundo. La calidad de vida para fortalecer las capacidades
humanas y la libertad y la democracia que garantizan el funcionamiento de las
capacidades necesitan de la formación en humanidades (sin ir en contravía de la
ciencia) para formar ciudadanos reflexivos, críticos y conscientes de la
interdependencia entre los seres humanos y de las injusticias que aún no somos
capaces de superar y que hoy ponen en duda la vida y el progreso humano.
*publicado en Revista Dinero. https://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/martha-nussbaum-capacidades-y-educacion-por-angel-perez/281726